La industria española. Y ahora…¿qué? Primera parte-Estado de situación

Comenzaremos con una serie de datos que nos darán una idea del problema económico al que nos enfrentamos

La economía cayó un 3,8% en la Eurozona en el primer trimestre, con un 5,8% en Francia, 5,2% en España y 2,2% en Alemania. La previsión del Gobernador del Banco de España es que la economía española caerá en 2020 entre un 9,5% y un 12,4%, mientras que en Alemania será del 3%. En la industria el descenso ha sido del 11,6%, en la automoción más del 30%, los pedidos del sector manufacturero fueron un 15,6% más bajos que en marzo, y las exportaciones han caído un 7,7%.

Vamos a definir el campo de actuación. Definimos industria como la actividad que tiene como propósito transformar las materias primas en productos elaborados o semielaborados, utilizando una fuente de energía y en muchas ocasiones mediante un aporte de mano de obra.

Por empezar con una serie de noticias recientes que nos den paso al análisis, mencionaremos estas tres:

  • En los últimos días, ha habido rumores sobre el cierre de la planta de Nissan en Barcelona. Ese temor se ha acrecentado tras la publicación en Japón de que Nissan planea cerra esa planta con 3000 empleados. Ello, a pesar de que las plantas en Cataluña son consideradas como rentables. A pesar de que el Gobierno indica que en Davos recibió indicaciones de Nissan en la que se comprometía en mantener el empleo, nada se sabrá hasta que el 28 de mayo, cuando la multinacional japonesa indique sus planes de futuro.

  • También Airbus ha confirmado que ejecutará restricciones con profundos recortes de plantilla adicionales a los que ya se había informado.

  • Por otra parte, se empieza a hablar de que varios países, entre ello Francia bonificarán a las empresas que relocalicen industria en suelo francés.

¿En qué situación está la industria española para hacer frente a las sombras que se ciernen sobre ella?

Creíamos que la globalización lo había hecho menos importante, pero la actual coyuntura nos está demostrando que es importante que los centros de decisión estén cerca, porque si la decisión se ejecuta a miles de km la decisión es mala para los trabajadores. En los centros de decisión se determina donde se va a conservar la inversión, donde se puede desinvertir o qué plantas resultan menos estratégicas.

Todo esto acarrea consecuencias como:

  • Se pone en entredicho la estructura de suministro global que se han ido generando como consecuencia de la globalización.

  • Los países van a intentar traer inversión propia o extranjera para desarrollar la industria que quieren tener en sus propios países.

  • La productividad forma parte de esas decisiones.

¿Está la industria española preparada para hacer frente a esta crisis?

El panorama a corto plazo no es muy alentador, pero está lleno de oportunidades. La industria española tiene debilidades importantes:

  • Para empezar, representa tan sólo un 14% del PIB nacional, 11% si tenemos en cuenta la manufacturera (en Alemania es cerca del 30%, en Irlanda del 38,6%, en Portugal es algo superior al 21%, en Grecia es del 15%). Es decir, hay una excesiva concentración en los servicios.

  • Tamaño medio muy pequeño con respecto al tamaño internacional. Tenemos 200.000 empresas industriales, de las que más del 90% son Pymes o Micropymes. Dan empleo a 2.300.000 personas con un coste medio de 40.000 € por empleado, y facturan 600.000 millones de Euros. Cifras muy cortas comparando con otros lares.

  • La distribución en territorio español nos dice que salvo en Euskadi (donde representa casi el 25% del PIB), Cataluña (cercano al 18%, pero que es el 26% de toda la industria manufacturera española) y algo en Madrid, España es un desierto industrial

  • Intensidad tecnológica y de conocimiento no es demasiado alta, lo que dificulta los procesos de digitalización, es decir, el aprovechar las tecnologías para lidiar con muchos de los problemas que nos vienen. Es mucho más fácil afrontar estos problemas cuando las empresas son intensivas en conocimiento, intensivas en tecnología y por tanto están preparadas para afrontar este tipo de inversiones y de desarrollos.

  • Especialización sectorial. En 2008 fue la construcción. Ahora es el turismo.

  • Problemas de productividad prácticamente en todos los sectores. Quizás la industria del automóvil sea una excepción.

  • La estructura del mercado de trabajo. Elevado grado de temporalidad del empleo. La precariedad es el gran enemigo de la productividad en España. Socialmente es injusto, afecta a las carreras laborales de los trabajadores, y es incapaz de enganchar a muchos trabajadores a unas carreras laborales que interesan a ellos y a las empresas que les contratan.

Siguiente capítulo: Segunda parte-Algunas posibles soluciones.